¿COMO ACABAR CON EL RACISMO?
FORMA DE TERMINAR CON EL RACISMO
La lucha contra la exclusión ha ganado terreno. Si antes se podía hacer una discriminación frontal sin mayores consecuencias, hoy quien la ejerce se expone a la reprobación de una mayoría. El hogar sigue siendo el lugar donde se afianza el respeto por la diferencia.
Cualquiera a quien se le pregunte si es racista, sexista, homófobo, clasista o xenófobo, lo negará rotundamente y además se sentirá ofendido por la pregunta. ¿Quién en un mundo donde lo políticamente correcto ha cobrado tanta importancia, diría que sí? Se puede afirmar de corazón. Pero sólo cuando se confronta la realidad con la ideología se sabe qué tan sólidas son las convicciones o por el contrario los prejuicios.
Es normal y aceptable que la hija del vecino tenga una pareja de otra raza. ¿Pero si no es la hija del vecino sino la propia? Aquí empiezan los problemas. “Todo está bien mientras no me afecte”, pero en un mundo cada vez más multicultural y móvil, en algún momento, este tipo de preguntas llegarán al entorno más íntimo, al cerco familiar.
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